Actualmente podemos optar por múltiples alternativas que, además de estéticas proporcionen las expectativas de uso a las necesidades laborales o de ocio que demanden.
En este tipo de gafas podemos montar diversos tipos de vidrios entre los que podemos diferenciar entre monofocales, bifocales o progresivos (dependiendo de las potencias o graduaciones que presenten) y entre orgánicos y minerales (según del material del que estén hechos).
Siguiendo las orientaciones del Optometrista, todos estos sistemas podrán ser utilizados por sí mismos y de manera independiente o bien combinando su utilización entre ellos.
La gafa graduada es hoy por hoy, además de una solución óptica, un complemento más de moda ya que podemos elegir entre multitud de modelos, colores y materiales, imprimiendo o reforzando la personalidad del usuario.