Por sí solas o en combinación con otras prótesis ópticas, las lentes de contacto o lentillas constituyen la solución a multitud de problemas visuales, al tiempo que proporcionan comodidad y seguridad en la práctica de deportes y/o actividades laborales.
El mercado abre un amplio abanico de tipos de lentillas pudiendo clasificarlas:
- Según su función: terapéuticas, refractivas, estéticas y usos específicos.
- Según materiales: rígidas, permeables a los gases, blandas.
- Según su uso: convencionales, desechables (diarias, mensuales, …)
- Según su curvatura: esféricas y tóricas.
- Según su potencia: monofocales y progresivas.
La elección del tipo de lentilla así como de los líquidos de conservación, limpieza y mantenimiento, deberá ser responsabilidad del optometrista quien tras un detallado examen de las condiciones morfológicas y fisiológicas de sus ojos, le asesorará sobre lo más indicado en su caso particular.
Ante todo este maremagno, la pregunta lógica que nos podemos hacer es: ¿Cuál es la mejor lentilla que existe?
Nuestros optometristas consideran que la respuesta a esta pregunta es que, a iguales características técnicas, la lente ideal es la que mejor se adapte a sus necesidades oculares y visuales, y que además cubra sus expectativas de uso y confort.
Imagen: By איתן טל (Own work) [CC BY 3.0], via Wikimedia Commons